Me refiero a ser un hombre orquesta, ahora se ven pocos, pero tengo la imagen de un auténtico hombre orquesta rodeado de instrumentos musicales, un tambor, unos platillos, una trompeta…
Hay que ser muy bueno para tocar todos los instrumentos a la vez y hacer música.
Si tú eres de esos enhorabuena. Nada que decir.
Pero lo normal es que el resultado sea regulero y no te contraten ni para tocar en los cumpleaños.
¡Chimpum, chimpum, taratataaaa, taratataaaa, chassss, chassss!
Yo ya lo estoy oyendo.
Creo que me entiendes, querer abarcar mucho no es bueno, no se puede atender tantos frentes a la vez y hacerlo bien.
Pero aunque seas un fuera de serie y sí seas capaz de hacer todas esas cosas… piénsalo un poco, fíjate en la imagen que estás dando, hombre o mujer para todo.
Eso te resta credibilidad.
Y en internet es fundamental generar confianza.
Y a veces se cae en un círculo vicioso.
Vendes poco y entonces añades productos o servicios nuevos, pensando que aumentarás ventas, pero solo consigues desenfocar más aún el negocio… y así hasta «el corte inglés».
Tú haz lo que quieras, por supuesto, pero mi recomendación y la de muchos gurús del marketing es que te centres en uno o dos servicios relacionados que te gusten y controles.
Por esa razón (y otras) yo mismo me apliqué el cuento y, tras darle muchas vueltas (no sin dolor), decidí enfocarme en algo que me gusta hacer y se me da bien, escribir.
Antes en mi página ofrecía hasta 5 servicios diferentes. Si vas al mapa de la web aún podrás verlos. El hombre orquesta.
Ahora ofrezco 3 servicios, aún son muchos, pero todos consisten en redactar textos, no hay peligro.